Al comienzo del aprendez biblica es importante hacer las preguntas correctas. Todos tenemos perspectivas preconcebidas, las cuales traemos a nuestro estudio del NT. Estas perspectivas pueden ser culturales, personales, o estar referidas a nuestras tradiciones religiosas. No es necesario que sean desechadas en si, sino el lector debe estar conciente de su influencia en la lectura del NT y sujetar estas perspectivas a la perspectiva del ambiente cultural, religioso y a los personajes del primer siglo cuando fue escrito.
Sin duda el NT es una colección de libros escritos en un tiempo particular y por personas particulares, con la intención de compartir un mensaje con el público contemporáneo del primer siglo. Y no fue escrito en forma como un teologia sistemática (pero contiene sistemas telologicas), ni devocional (aunque contiene secciones devocionales), ni con fines de simplemente compartir datos históricos (auque contiene datos históricamente probados). El NT debe ser leído en su contexto histórico y permitir que las historias compartidas en él puedan ser escuchadas como historia y no solamente un conjunto de “ideas religiosas”, con fines de respaldar el credo o creencia de una organización religiosa.
El enfatizar la perspectiva bíblica da la autoridad al texto mismo, y no a la experiencia personal.
Sin duda la experiencia personal, crea su propia poder, si sea basada en la verdad o en una realidad extraviada. La meta de esta forma de leer es, primero, comprobar los relatos nuevo testamentarios como históricamente verdaderos, y segundo, lograr integrar la teología de todo el NT, y por último, proveer un esquema que nos sirve para encontrar el significado de los textos.
Muchos cristianos no se dan cuenta de la importancia de leer la historia porque averiguar realmente lo que sucedió en el primer siglo le puede turbar su Fe al punto de perderla. Estamos muy cómodos con un amén, y tres glorias para saciar la conciencia floja que no quiere escudriñar la Palabra de Dios. ¡Excavando con sudor y sangre el monte Sión y la Roca de nuestra salvación!
El peligro de no conocer al Jesús revelado entre el contexto del primer siglo, es la tentación de recrearlo según nuestra imagen, o la imagen de nuestra tradición religiosa, o la necesidad de la cultura. Preguntas como ¿que significaba para Jesús proclamar que El era el Cristo?, ¿que significaba para Jesús y el publico judío la proclamación que el era Hijo de Dios? y ¿como entendieron el publico el mensaje de Jesús de “arrepentirse y creer el evangelio del Reino de Dios?”, son sumamente importantes si nuestra propósito es creer en Aquel que Dios envió. Por ejemplo, es importante para nosotros los del siglo XXI, entender que la proclamación de Jesús de “arrepentirse” no fue –en el contexto bíblico- un llamado simplemente personal, sino nacional (en este caso a Israel, el pueblo de Dios).
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